Conciénciate y vive

¿Vivir a largo plazo o a corto plazo? ¿Qué es lo que realmente importa y cuanto tiempo dedicamos a cuidarlo?

Hoy en día, debido al entorno que nos rodea y a una sociedad que se encuentra en continua evolución, es realmente difícil prestar atención a todos los estímulos que nuestro cerebro capta y poder procesarlos de manera consciente y correcta, pudiendo eliminar de este modo las actuaciones más reactivas.

Es por ello, que nuestra actitud hacia la vida se basa en decisiones a corto plazo, que imposibilitan el buen hacer de nuestras actuaciones, lo cual al final puede llegar a ser contraproducente como se verá a continuación.

El trabajo, el reconocimiento, el éxito, cualquier cosa que se nos pueda pasar por la cabeza que nos genere un mínimo de felicidad, se convierte en algo efímero cuando hablamos de un tema tan crucial como es la salud.

La salud, según la real academia de la lengua española (RAE), es “El estado en que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones”. Es decir, si no disponemos de salud, nada de lo anteriormente citado puede ejercerse, ya que no podríamos ejercer de forma normal todas nuestras funciones.

Un ejemplo bien claro de esto, es la actual pandemia que está desgraciadamente azotando al mundo en estos momentos, conocida como “El CoronaVirus”, la cual hace que el país quede completamente paralizado, resultando imposible de este modo dar importancia a otro tipo de cosas como pueden ser el éxito o el dinero y dando realmente un valor y sentido fundamental a la salud del mundo.

Volviendo un poco al tema que nos atañe y una vez aclarado que la salud es el estado fundamental que nos posibilita ser felices, es aquí donde nos deberíamos realizar la pregunta formulada anteriormente, ¿Qué es lo que realmente importa y cuanto tiempo dedicamos a cuidarlo?

Siendo bastante evidente que lo que realmente importa, es cuidarse para mantener ese estado de salud, lo que hace que no resulte tan evidente, el por qué las personas dedicamos tan poco tiempo a cuidarnos y tanto a otras cosas más banales. El tiempo es una de las principales excusas y es cierto que cada día el trabajo acapara más nuestra vida y quema la energía de nuestro cuerpo, sin embargo, existen hábitos que nos pueden ayudar a mantener esos niveles enérgicos más altos, como es la buena alimentación, un correcto sueño y la práctica de actividad física, evitando de este modo el conocido como sedentarismo.

Además, si no aprendemos esto rápidamente, puede que el día que empecemos a cuidarnos, ya sea demasiado tarde, imposibilitándonos de este modo para realizar nuestro trabajo y actividad habitual, es decir, si actuamos con una mentalidad a corto plazo, quizá en el futuro necesitemos mucho más de ese oro tan preciado que estamos hablando que es el tiempo, para poder cultivarnos y aportar a nuestra sociedad de forma adecuada, siendo esto por tanto algo contraproducente y de ahí la importancia de concienciarse en dedicar cada día un ratito a cuidarnos y adoptar las recomendaciones teóricas que todos conocemos en mayor o menor medida, pero que muy pocos llevan a la práctica, pudiendo estos hábitos en el futuro seguramente suponernos un ahorro brutal de energía y sobretodo de tiempo.

Sin embargo, pese a las malas costumbres que poseemos actualmente, debido a una alimentación ultra procesada y al sedentarismo anteriormente citado. Es un hecho que la esperanza de vida aumenta por momentos y que si nos basamos en índices reales, cada día existen más personas centenarias, siendo esto hace unas décadas algo impensable. Lo cual nos lleva a cuestionarnos si esta esperanza de vida va a ser mayor en los años venideros y lo que es más importante, si el estado y la sociedad están preparados para hacer frente a esta población que con 70 años se encuentra activa y en plenas facultades para realizar cualquier función dentro de nuestra sociedad.

Parece absurdo explicar que nuestra sociedad está planteándose mal su futuro y dedicando poco tiempo a cuidarse, pero que vivimos más y en mejores condiciones, sin embargo, es fácil de explicar conociendo que hace unas décadas el sistema sanitario era mucho más débil y cualquier enfermedad podía provocar la muerte de una persona, lo cual hoy en día está mucho más controlado. Siendo entonces todo lo anteriormente explicado un aviso, que permita darnos cuenta de que no vivimos más debido a nuestras buenas costumbres, sino que probablemente si se pone en una balanza la gran cantidad de recursos que poseemos para llegar con mejor salud a una edad avanzada, estemos desaprovechándolos frente al estado en el que llegamos.

A pesar de todo ello y como se ha dicho anteriormente, vivimos más y es de esta reflexión de donde nace el concepto de la “Silver Economy”; concepto que permite hacer del envejecimiento un negocio, ya que como se ha dicho antes este envejecimiento de la población es un reto tanto social como económico, pudiendo todo ello generar nuevas oportunidades de negocio.

¿Sabíais que un tercio del consumo privado de la Unión Europea proviene de los mayores de 60 años? ¿No creéis que por tanto deberíamos adaptar nuestros modelos de negocio a estas generaciones presentes?

A estas preguntas, mi respuesta es bastante clara, la “economía plateada” (silver economy), es el futuro que puede ayudarnos a mejorar el PIB de los países y la creación de nuevos empleos, a través de la mejora en la calidad de vida de nuestros mayores.

Además cabe resaltar, que sin la ayuda y el trabajo de esta generación que hoy en día se considera inactiva por mucha parte de la población, lo más probable es que nos veamos sumidos en una nueva crisis, por la imposibilidad de pagar las pensiones, ya que los datos son bastante claros, y mientras la esperanza de vida aumenta, los índices de natalidad disminuyen, haciendo que el sistema de pensiones actual sea insostenible en un futuro, y llevándonos todo esto a plantearnos si no sería inteligente planificar nuestra jubilación desde otro punto de vista, asumiendo a su vez, que la edad de jubilación que nos corresponderá a los jóvenes será mucho más alta que la que existe actualmente.

En conclusión, la vida está llena de estímulos, los cuales nos hacen reaccionar de una forma u otra, la clave está en captar solo lo útil, pudiendo así ahorrar energía y tiempo, evitando así problemas como el estrés, el cual es uno de los mayores factores de riesgo que posee la sociedad actual para deteriorarse. Todo eso, sumado a unos buenos hábitos nutricionales y de actividad física, podrán ayudarnos a llegar a ese envejecimiento activo, lo cual será crucial para no vernos sumidos en una nueva crisis tanto económica como social.

Para terminar me gustaría acabar con una cita: “Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas”. (Paulo Coelho,n.d).

Bibliografía

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